El Santuario bajo la Nube: Carta Primera

DIAPORAMA - RETAZOS 19 de enero de 2023 Por Exégesis Diario
Canciller Karl Von Eckartshausen

“Una guía infalible para aquellos que buscan
el camino de la verdadera realización,
escrito por uno, quien, en sus propias palabras,
ha alcanzado “La Ley en Su Plenitud”.

Prólogo y comentarios del Frater Lucis Fiducius

El gran místico alemán, KARL VON ECKARTSHAUSEN, a quien nuestra Orden de los Fratres Lucis honra como a su Gran Maestro Espiritual, nació en el Castillo de Maimbhausen en Bavaria, el 28 de junio de 1752, y falleció el 13 de mayo de 1813 a los 61 años de edad. Autor de casi setenta obras que abarcan todos los temas del drama, la religión, el arte, la historia y las ciencias místicas y ocultas, es un autor que permanece inexplicablemente sin traducir al español. Solamente dos obras han logrado ver la luz en nuestro idioma: “La Nube sobre el Santuario”, considerada su Obra Maestra, para instrucción de los Iniciados en los Misterios de la Disciplina Arcani, y “Dios es el Amor más puro”, dedicado a los estudiantes devocionales.

El presente libro está dividido en seis “Cartas”, dirigidas a una hipotética “Sociedad de los Elegidos”, o “Comunidad Iluminada”, o “Iglesia Interior”. Afirmamos que esta organización espiritual de la que habla Eckartshausen, no se corresponde con ninguna Orden o Fraternidad material, existente a la fecha de su publicación. Mas bien se trata de un símbolo de los más altos ideales espirituales a los que aspiran los Caminantes en el Sendero de Realización.

Podríamos hacer una comparación entre esta “Sociedad de los Elegidos”, con la “Fraternidad de los Rosacruces” que dio a conocer Joan Valentín Andrea en el Siglo XVII. Karl Von Eckartshausen fue un Adepto Rosacruz, hecho reconocible por su alto grado de espiritualidad, volcado en sus libros. Muy pocos son los hombres que podemos reconocer como Caballeros Rosacruces. Eckartshausen es uno de ellos. Sin duda, una gran Luz inspiradora para las generaciones futuras, y para las organizaciones esotéricas, masónicas, martinistas, y en general, las que se reconocen espiritualistas.

Estas CARTAS son muy importantes. Han sido escritas por un Iniciado para que meditemos y profundicemos en su significado. Fueron escritas para divulgar y ocultar. Para hacer público y mantener en secreto. El vulgo puede leerlas sin entender nada. El buscador sincero encontrará claves que lo llevarán a las puertas de alguna Fraternidad. Los Iniciados se regocijan con su lectura, reflexionando en su contenido. Alguno preguntará, ¿porqué el secreto? ¿Qué es lo que se oculta? ¡Ingenuo! ...¡NO HAY SECRETO! ¡NADA SE OCULTA! Es porque su sensorium interior no está capacitado para ver la Luz, es que piensa que se le oculta algo. Es como un hombre caminando a la luz del día, cubiertos sus ojos por una venda, que él mismo no desea o peor aún, que no sabe que puede quitársela de encima con un simple movimiento. ¡Y en su ingenuidad preguntara qué es lo que se le oculta que no puede ver! Y al explicarle que debe quitarse por sí mismo esa venda, no lo entiende. Dejemos pues a los tontos y profanos deambular eternamente alrededor del Umbral, hasta que se decidan a entrar.

Para ellos es la NUBE SOBRE EL SANTUARIO. Pues la Nube de su ignorancia les impide ver el Templo.

Para los Iniciados es el SANTUARIO BAJO LA NUBE. Pues ellos han sido acogidos en el Templo.

El Santuario es el Templo donde reside la Verdad. Sabemos que el cuerpo humano es el Templo del Alma, y que el Alma residente es parte del Alma Universal. El Templo está oscurecido por los nubarrones, una gran nube flota sobre él. Cuando hablamos de una Nube, es la de la ignorancia y del fanatismo. Esa gran nube impide conocer los resplandores del Templo de la Verdad. Como neófitos somos igual que esas figuras que se observan en las escalinatas: se preguntan y dialogan entre ellas si les conviene entrar al Templo. Son profanos cuyas mentes están oscurecidas por la nube que hemos mencionado. Sin embargo hemos dicho que el Templo está allí, sólo es necesario tender la mano y tomar la decisión de acercarse a él. Muchos neófitos se han preguntado luego de ingresar, ¿cómo no se dieron cuenta antes? ¿cómo pudieron ser tan ciegos? La Nube sobre el Santuario está compuesta por ignorancia y fanatismo. La ignorancia es madre del fanatismo, así como el conocimiento es padre de la tolerancia. El cuadro descripto nos muestra aquello que debemos superar para llegar al Santuario.

Carta Primera

Por Canciller Karl Von Eckartshausen

"No existe edad más remarcable para el observador sereno como la nuestra. En todos lados hay fermentación, así en el espíritu del hombre como en el corazón, por todas partes combate la Luz con las Tinieblas, ideas muertas con ideas vivientes, la voluntad muerta e impotente con la fuerza viviente y activa; por todas partes, en fin, hay guerra del hombre animal contra el espiritual naciente.

NOTA: Estas palabras, escritas hace más de doscientos años, se aplican a nuestro siglo perfectamente.

¡Hombre natural!...renuncia a tus últimas fuerzas; el mismo combate en que te empeñas anuncia la naturaleza superior que dormita en ti...Presientes tu dignidad y la sientes; pero todavía es todo obscuro a tu alrededor, y la lámpara de tu débil razón no es suficiente para iluminar los objetos hacia los que debías aspirar.

NOTA: El hombre natural es ese al que le decimos Profano. Está delante del Templo y no se atreve a entrar.

Se dice que vivimos en el siglo de las luces, sería más exacto decir que vivimos en el siglo del crepúsculo: aquí y allá penetra el rayo luminoso a través de las brumas, sin iluminar todavía con toda su pureza nuestra razón y nuestro corazón.

Los hombres no están de acuerdo en sus concepciones, los sabios disputan, y allí donde hay discusión, no existe todavía la verdad.

Los más importantes objetos para la humanidad aun no están determinados. No hay acuerdo sobre el principio de la razón ni sobre el de la moralidad o motivo de la voluntad. Esto prueba que a pesar de hallarnos en la era de las luces, no sabemos todavía con certeza lo que es de nuestra cabeza y de nuestro corazón.

NOTA: Hoy estamos en el año 2000 y todavía no se han resuelto los problemas éticos tradicionales de la eutanasia y el aborto, y ya estamos planteándonos los nuevos problemas éticos de la clonación y la manipulación genética.

Es posible que supiéramos todo esto mucho antes si no nos imagináramos que ya tenemos en nuestras manos la antorcha del conocimiento, o si pudiéramos dirigir una mirada sobre nuestra debilidad y reconocer que todavía nos falta una luz más elevada.

Vivimos en el tiempo de la idolatría de la razón y colocamos un hachón de pez sobre el altar y afirmamos que éste es el resplandor de la aurora y que el día se acerca realmente puesto que el mundo se eleva cada vez más rápidamente de la obscuridad a la luz y a la perfección de las artes, las ciencias, un gusto refinado y hasta un conocimiento puro de la religión.

¡Pobres hombres! ¿Hasta dónde habéis alejado la dicha de los hombres? ¿Ha habido nunca un siglo que haya costado tantas víctimas a la humanidad como el presente? ¿Ha existido jamás un siglo en que la inmoralidad haya sido mayor y el egoísmo haya sido tan dominante como en el actual? Los frutos manifiestan las propiedades del árbol.

NOTA: El Siglo XX que se ha ido ha sido el más mortífero en cantidad de vidas humanas tronchadas, y en poder destructivo desarrollado.

¡Hombres insensatos!.. Con vuestra razón natural imaginaria, ¿de dónde sacáis la luz con que queréis alumbrar a los demás? ¿Acaso todas vuestras ideas no os la prestan los sentidos que no os dan la verdad, sino únicamente fenómenos?

¿Es que todo cuanto da el conocimiento en el tiempo y el espacio no es relativo? ¿Es que todo cuanto podemos llamar verdad, no es verdad relativa?...

NOTA: La Relatividad de Einstein y el Principio de Incertidumbre de Heisenberg muestran que el mundo del hombre es relativo e impredecible.

No se puede hallar la verdad absoluta en la esfera de los fenómenos.

Así, vuestra razón natural no posee el ser sino únicamente la apariencia de la verdad y de la luz; pero cuanto más se acrecienta y extiende esta apariencia, más decrece el ser de la luz en el interior, y el hombre se pierde en la apariencia y va a tientas para alcanzar resplandecientes imágenes que carecen de realidad.

La filosofía de nuestro siglo eleva la débil razón natural a la objetividad independiente y hasta le atribuye una potencia legislativa, la substrae a la potencia superior, la supone espontánea convirtiéndola en una divinidad real, suprimiendo entre Dios y ella en su conjunto toda comunicación. ¡Y este Dios- razón que no tiene otra ley que la suya propia, debe gobernar a los hombres y hacerlos dichosos!...¡Las tinieblas deben derramar la luz! ¡La pobreza debe dar la riqueza, y la muerte debe dar la vida!

NOTA: Notable alegoría la que son las Tinieblas las encargadas de derramar la Luz. Nosotros, los FRATRES LUCIS, debemos colaborar para revertir esta situación, dando vuelta la copa, haciendo que la Luz disipe las Tinieblas.

La verdad conduce a los hombres a la dicha. ¿Podéis darla vosotros?

Lo que vosotros llamáis verdad, es una forma de concepción vacía de objetos sensibles o inaccesibles, cuyo conocimiento ha sido adquirido por el exterior, por los sentidos y el entendimiento los coordina por una síntesis de las relaciones observadas en ciencia o en opiniones. No tenéis verdad material, el principio espiritual y material es para nosotros un numen.

Abstraéis de la escritura y de la tradición la verdad moral, teórica y práctica, pero como el principio de vuestra razón es la individualidad, y el egoísmo el motivo de vuestra voluntad, no veis vuestra luz, la ley moral que dirige o la rechazáis con vuestra voluntad. Hasta aquí, se han llevado las luces actuales. La individualidad bajo la capa de hipocresía filosófica es el hijo de corrupción.

¿Quién puede pretender que el Sol brille en el cenit si ningún rayo luminoso alegra la comarca y si ningún calor vivifica las plantas? Si la sabiduría no mejora a los hombres y si el amor no les hace más dichosos, es bien poco lo que todavía se ha hecho en resumen.

¡Oh, si el hombre natural o el hombre de los sentidos pudiera llegar a ver que su principio de la razón y el motivo de su voluntad no son más que la individualidad y que por esto mismo ha de ser extremadamente miserable, buscaría un principio más elevado en su interior y se acercaría a la fuente que puede dar a todos estos principios, porque ella es la sabiduría en su esencia!

NOTA: Aquí se le habla al Profano para que busque la Iniciación. En términos de Misticismo Cristiano, JESUCRISTO ES DIOS, EL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO, EL CÓSMICO. Sabemos que de Él fluyen tres energías que animan el Universo manifestado.

Jesucristo es la sabiduría, la verdad y el amor.

Como sabiduría, es el principio de la razón, la fuente de conocimiento más puro. Como amor es el principio de la moralidad, el motivo esencial y puro de la voluntad.

El amor y la sabiduría engendran el espíritu de verdad, la luz interior; esta luz ilumina en nosotros los objetos sobrenaturales, dándoles objetividad.

Es inconcebible hasta qué punto desciende el hombre en el error cuando abandona las verdades sencillas de la fe oponiéndoles su propia opinión.

Nuestro siglo, fía en la cabeza para determinar el principio de la razón y de la moralidad o del motivo de la voluntad; si los señores sabios fijaran su atención verían que estas cosas podrían determinarse mejor en el corazón del hombre más sencillo que en todos sus brillantes razonamientos.

El cristiano práctico encuentra este motivo de la voluntad; el principio de la moralidad, objetiva y realmente en su corazón, y este motivo se expresa en la fórmula siguiente:

AMA A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO COMO A TÍ MISMO.

NOTA: Donde dice cristiano práctico debemos reemplazarlo por el FRATER LUCIS, EL HOMBRE QUE BUSCA LA LUZ DE LA SABIDURIA. Que esta fórmula sea la que nos guíe hacia la Luz.

"El amor de Dios y del prójimo es el motivo de la voluntad del cristiano; y la esencia del amor mismo es Jesucristo en nosotros.

Así es que el principio de la razón es la sabiduría en nosotros y el ser de la sabiduría, la sabiduría en la substancia, es también Jesucristo, la Luz del Mundo. Así encontraremos en Él, el principio de la razón y de la moralidad.

NOTA: nuestra Orden de la Luz se llama de los FRATRES LUCIS o HERMANOS DE LA LUZ. Nuestro Supremo Gran Maestro es CRISTO, la Luz del Mundo. Cristo nos ilumina. Somos Cristianos. Somos Cristianos de la Luz.

Todo cuanto digo aquí, no es una extravagancia hiperfísica; es la realidad, la verdad absoluta que cada uno puede comprobar por la experiencia. En cuanto reciba en sí el principio de la razón y de la moralidad, Jesucristo, como siendo la sabiduría y el amor, se ha llamado Él mismo la Verdad y él solo es la Sabiduría y el Amor.

Pero el ojo del hombre de los sentidos está profundamente cerrado para la base absoluta de todo lo que es verdadero y de todo lo que es trascendental. Y aun la razón que hoy queremos entronizar como legisladora, no es más que la razón de los sentidos, cuya luz difiere de la Luz trascendental, como la fosforescencia de la madera podrida difiere de la luz del Sol.

La verdad absoluta no existe para el hombre de los sentidos, sólo existe para el hombre interior y espiritual, que posee un SENSORIUM propio, o para decirlo con más claridad, que posee un sentido interior para percibir la verdad absoluta del mundo trascendental; un sentido espiritual que percibe los objetos espirituales tan naturalmente en objetividad como el sentido exterior percibe los exteriores.

Este sentido interior del hombre espiritual, este sensorium de un mundo metafísico, no es todavía conocido por los que están fuera, desgraciadamente, y es el misterio del Reino de Dios.

NOTA: El Reino de Dios ha recibido muchos nombres simbólicos. Es el AGARTHA del Desierto de Gobi en Mongolia. Es el SHAMBALLA en el Tíbet. Es TIAHUANACO en Bolivia y MACCHU PICCHU en Perú. Es la JERUSALEM Hebrea. Es el SANCTUM CELESTIAL de los Rosacruces. A ese Reino Divino debemos volver en la Reintegración.

La incredulidad actual para todas las cosas en que nuestra razón de los sentidos no encuentra objetividad sensible, es la causa que hace ignorar las más importantes verdades para los hombres. ¿Pero cómo podría ser de otra manera? Para ver hay que tener ojos, para oír oídos. Todo objeto sensible requiere su sentido. Por esto, el objeto trascendental requiere también su sensorium, y este sensorium está cerrado para la mayoría de los hombres. De aquí que el hombre de los sentidos juzgue del mundo metafísico como el ciego juzga de los colores y el sordo del sonido.

Hay un principio objetivo y substancial de la razón y un sentido objetivo y substancial de la voluntad. Estos dos reunidos constituyen el nuevo principio de la vida y la moralidad también es esencialmente inherente. Esta substancia pura de la razón y de la voluntad reunidas es en nosotros el divino y humano Jesucristo, la Luz del Mundo, que debe reunirse inmediatamente con nosotros para ser reconocido realmente.

Este conocimiento real es la fe viva en donde todo pasa en espíritu y en verdad.

Así, necesariamente, debe existir un sensorium organizado y espiritual, un órgano espiritual e interior que sea susceptible de recibir esta Luz, pero que está cerrado en la mayor parte de los hombres por la corteza de los sentidos.

NOTA: Lo que esta Carta llama SENSORIUM ORGANIZADO Y ESPIRITUAL es el conjunto de cuerpos que rodean al Alma: Cuerpo Astral, Cuerpo Mental y Cuerpo Espiritual. De estos cuerpos hablaremos mucho más adelante.

Este órgano interno es el sentido de la intuición para el mundo trascendental, y antes de que este sentido de intuición se abra en nosotros, no podemos tener ninguna objetividad de la verdad más elevada. Este órgano ha sido cerrado a consecuencia de la caída, que arrojó al hombre en el mundo de los sentidos. La materia bruta que envuelve a este sensorium interior es una nube que cubre el ojo interior y hace al ojo exterior incapaz de mirar hacia el mundo espiritual. Esta misma materia embota nuestro oído interior de manera que ya no oímos los sentidos del mundo metafísico, paraliza nuestra lengua interior de modo que no podemos ni aún balbucear las palabras de fuerza del espíritu que pronunciábamos en otro tiempo y por las que dominábamos la naturaleza exterior y los elementos.

NOTA: Antes de la Caída, el Alma era dirigida por Dios. Éramos "Cosmo-creadores", Obreros de Dios, Obreros del Gran Arquitecto del Universo. Conocíamos la "PALABRA PERDIDA" que nos permitía moldear los elementos. Esa PALABRA PERDIDA seguirá estando PERDIDA para quienes no la buscan.

En la apertura de este sensorium espiritual, está el misterio del nuevo hombre, el misterio del renacimiento y de la más íntima unión del hombre con Dios; el fin más elevado de la religión aquí abajo, de esta religión cuyo destino más sublime es unir los hombres a Dios en espíritu y en verdad.

"Por lo dicho, podemos comprender fácilmente por qué la religión tiende siempre a sujetar al hombre de los sentidos. Obra así, porque quiere hacer predominar al hombre espiritual o verdaderamente razonable para que gobierne al hombre de los sentidos.

El filósofo siente también esta verdad, consistiendo únicamente su error en que desconoce el verdadero principio de la razón, y en su lugar, quiere poner su individualidad, en razón de los sentidos. Lo mismo que en su interior tiene el hombre un órgano espiritual y un sensorium para recibir el principio real de la razón o la sabiduría divina, o el motivo real de la voluntad, o el amor divino, tiene en el exterior un sensorium físico y natural para recibir la apariencia de la Luz de la Verdad; como la naturaleza exterior no posee la verdad absoluta, sino solamente la verdad relativa del fenómeno, así la razón humana no puede tampoco adquirir verdades inteligibles, sino únicamente la apariencia del fenómeno que no excita en ella, por causa de su voluntad, más que la concupiscencia, en la que consiste la corrupción del hombre de los sentidos o la corrupción de la naturaleza.

Este sensorium exterior del hombre está compuesto de una substancia desigual y corruptible en su forma, lo mismo que el sensorium interior tiene por base fundamental un ser incorruptible, trascendental y metafísico.

El primero es la causa de nuestra corruptibilidad y de nuestra mortalidad, el segundo causa de la incorruptibilidad y de la inmortalidad.

En las regiones de la naturaleza material o corruptible lo mortal cubre a lo inmortal; así toda nuestra miseria resulta de la materia corruptible de la mortalidad.

Para que el hombre sea libertado de esta miseria es necesario que el principio inmortal e incorruptible que está en nuestro interior, se desarrolle y absorba el principio corruptible para que la envoltura de los sentidos sea retirada y que el hombre pueda aparecer en su pureza original. Esta envoltura de la naturaleza sensorial, que es una substancia realmente corruptible, que se encuentra en nuestra sangre, forma los lazos de la carne que reduce a la servidumbre de la carne frágil, a nuestro espíritu inmortal. Esta envoltura puede rasgarse más o menos en cada hombre, dando a su espíritu una mayor libertad a la vez que más objetividad de lo trascendental al que se acerca.

Hay tres grados diferentes en la apertura de nuestro sentido espiritual o sensorium.

El Primer Grado no alcanza más que hasta el bien moral y el mundo trascendental actúa en nosotros por medio de movimientos interiores que se llaman inspiraciones.

El Segundo Grado, que es más elevado, abre nuestro sensorium para percibir lo espiritual y lo intelectual, y el mundo metafísico actúa en nosotros por medio de iluminaciones interiores.

El Tercer Grado, que es el más elevado y a la vez el más raro, abre todo el interior (abre la corteza que cubre nuestro ojo y nuestro oído espirituales), y nos da una visión íntegra del reino de los espíritus, y la objetividad de los objetos metafísicos y trascendentales, lo que explica de un modo natural todas las visiones.

NOTA: Estos Tres Grados son los Tres Puntos de Nuestro Sagrado Triángulo: Aprendiz de la Luz, Compañero de la Luz y Maestro de la Luz. En el Primer Grado se aprende la Teoría de la Luz, construyendo el HOMBRE ÉTICO. Equivale al Grado de TEORICUS LUCIS. No se puede avanzar en el Sendero de la Luz cargando vicios y defectos. Es una carga muy pesada y debemos alivianarla en nuestro camino. Este es el punto en que debemos reconocer nuestros errores e imperfecciones: darnos cuenta de cómo somos, cómo pensamos, cómo hablamos y cómo actuamos. En el Segundo Grado se realiza la teoría aprendida, construyendo el HOMBRE METAFÍSICO. Equivale al Grado de PRACTICUS LUCIS. Quien aprende, debe practicar, sino su vida es tiempo perdido. No se puede estudiar toda la vida. Es necesario poner en práctica lo aprendido. En el Tercer Grado se realiza la Gran Obra de la Luz, construyendo el HOMBRE TRASCENDENTE. Equivale al Grado de MAGISTER LUCIS. La obra de la vida elegida se perfecciona. Quien estudió y practicó, debe dar ahora a la Humanidad, el fruto de su trabajo: su Obra, su Piedra Pulida.

En esta parte de su Carta, nuestro Maestro nos enseña que la razón no es suficiente para conocer a Dios. La Razón nos debe conducir a la Intuición y a la Inspiración, que están en un mismo plano, pero por sobre la Razón. Lo opuesto a la razón es la Iluminación, que está por encima del plano de la Intuición e Inspiración. Existe una línea divisoria entre la Razón del Mundo Material y la Iluminación del Mundo Espiritual. En medio de ambas se encuentra la COMUNIDAD DE LA LUZ, tratando que los hombres se eleven del plano material de la Razón, hacia el Plano Espiritual de la Iluminación. Hubo un filósofo que se acercó al mundo espiritual: EMMANUEL KANT. De él habla Eckartshausen, como de un faro que permite al hombre racional ingresar o transformarse en un hombre iluminado.

"Así pues, tenemos en lo interior el sentido de la objetividad como en lo exterior, únicamente que los objetos y los sentidos son diferentes. En el exterior, es el motivo animal y sensual el que actúa en nosotros, recibiendo la acción la materia corruptible. En lo interior, la substancia indivisible y metafísica es la que penetra en nosotros y el ser incorruptible e inmortal de nuestro espíritu es quien recibe sus influencias. Pero en general las cosas pasan tan naturalmente en el interior como en el exterior; la ley es la misma en todo.

"Así, teniendo distinta objetividad y sentido el espíritu, o nuestro hombre inferior, y el hombre natural, no ha de sorprender que constituya un enigma para los sabios de nuestro siglo que desconocen este sentido y nunca han tenido objetividad del mundo trascendental y espiritual. De aquí que midan lo sobrenatural con la medida de los sentidos confundiendo el motivo corruptible con la substancia incorruptible, teniendo que ser necesariamente falsos sus juicios sobre un objeto para el que carecen de sentidos y por consiguiente de objetividad de la cosa, resultando que no poseen, ni verdad relativa, ni verdad absoluta.

"Por lo que se refiere a las verdades que se enuncian aquí las debemos en gran parte a la filosofía de Kant.

"Kant ha probado de modo irrebatible que la razón en su estado natural no sabe absolutamente nada de lo sobrenatural, de lo espiritual, ni de lo trascendental y no puede conocer nada, ni analítica ni sintéticamente y que tampoco puede probar la posibilidad, ni la realidad de los espíritus de las almas y de Dios.

"Esta es una verdad grande, elevada y que produce mucho bien en nuestros tiempos. Verdad es que se había enunciado ya en la Epístola 1o de los Corintios, cap. I-v. 2-24, pero la filosofía pagana de nuestros sabios cristianos la ha sabido hacer retroceder hasta llegar a Kant.

"El beneficio de esta verdad es doble. Primeramente pone límites infranqueables al sentimiento, al fanatismo y a la extravagancia de la razón.

"A continuación presenta a la más brillante luz la necesidad y la divinidad de la revelación.

"Lo que prueba que nuestra razón humana en su estado de limitación no dispone de ninguna fuente objetiva para lo sobrenatural, sin la revelación, ninguna fuente para instruirse sobre Dios, el mundo espiritual, el alma y su inmortalidad, de lo que resulta que sería absolutamente imposible saber ni conjeturar nada sobre estas cosas.

"Así debemos a Kant el haber probado en nuestros días a los filósofos, como estaba ya probado en nuestros tiempos en una escuela más elevada de la COMUNIDAD DE LA LUZ, que sin revelación, ningún conocimiento de Dios, ni ninguna doctrina sobre el alma eran posibles.

"Por lo que es bien patente que una revelación universal debe servir de base fundamental a todas las religiones del mundo.

"Según Kant, se prueba que el mundo inteligible es enteramente inaccesible a la razón natural y que Dios habita en una Luz en la que ninguna razón limitada, ni ninguna especulación pueden penetrar.

NOTA: La Epístola a los Corintios I-versículos 2 a 24 que cita Eckartshausen dice:

  • "2-A la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
  • 3-Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
  • 4-Gracias doy a mi dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús;
  • 5-porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia;
  • 6-así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros,
  • 7-de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;
  • 8-el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.
  • 9-Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
  • 10-Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
  • 11-Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.
  • 12-Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.
  • 13-¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
  • 14-Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,
  • 15-para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre.
  • 16-También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro.
  • 17-Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
  • 18-Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
  • 19-Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos.
  • 20-¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido dios la sabiduría del mundo?
  • 21-Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
  • 22-Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
  • 23-pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;
  • 24-mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios y sabiduría de Dios.

"Así, el hombre de los sentidos o el hombre natural, no posee ninguna objetividad de lo trascendental; de aquí que la revelación de verdades más elevadas le eran necesarias y por esto mismo también la fe en la revelación, porque por la fe le son dados medios para abrir su sensorium interior por el que las verdades inaccesibles para el hombre natural se le pueden hacer objetivas.

"Es completamente exacto que con nuevos sentidos podemos adquirir nuevas objetividades. Estas objetividades existen tal vez ya, pero pasan inadvertidas para nosotros porque nos falta el órgano de la receptividad.

"Así es cómo existe el color aunque el ciego no lo vea; así es como el sonido existe aunque el sordo no lo oiga.

"No se debe atribuir la falta al objeto perceptible, sino al órgano receptor.

"Con el desarrollo de un nuevo órgano obtuvimos una nueva percepción de nuevas objetividades; el mundo espiritual no existe para nosotros, porque el órgano que lo hace objetivo en nosotros no está desarrollado.

NOTA: nos encontramos con la diferencia entre ACTUALIDAD y REALIDAD. El Ser de Dios existe, por lo tanto es una REALIDAD. Sin embargo carecemos de un órgano, o mejor dicho, lo tenemos pero está embrutecido, deformado o malformado, y debemos despertarlo o repararlo. Ese sensorium interior es el conjunto de sentidos espirituales que son la contraparte espiritual de los sentidos materiales. Cuando el sensorium está entonado con el mundo espiritual, se percibe la ACTUALIDAD del Ser, la percepción de Dios.

"Con el desarrollo del nuevo órgano la cortina se descorre de repente, el velo impenetrable hasta entonces, es rasgado, la Nube delante del Santuario es disipada, de pronto un mundo nuevo existe para nosotros, caen de los ojos las membranas que nos cegaban y en el acto nos vemos transportados de la región de los fenómenos a la de la verdad.

NOTA: Este mundo en que vivimos es la región de los fenómenos. El mundo de las ideas es la región de la verdad. Los sentidos físicos nos permiten conocer la región de los fenómenos. Los sentidos espirituales nos permiten conocer la región de la verdad.

"Únicamente Dios es substancia y verdad absoluta, Él solo es el que es y nosotros lo que ha hecho de nosotros.

"Para Él todo existe en la unidad, para nosotros todo existe en lo múltiple.

NOTA: Nuestro Magister Lucis nos introduce en los primeros conceptos del Hermetismo. OMNIA AB UNO. TODO ES UNO.

"Muchos hombres no tienen ninguna idea de esta apertura del sensorium interior, como tampoco la tienen del objeto verdadero e interior de la vida del espíritu , que no conocen ni presienten en manera alguna.

"De aquí que les es imposible saber que se puede alcanzar lo espiritual y trascendental y que puede elevarse a lo sobrenatural hasta la visión.

NOTA: Aquí nos habla del vulgo, quien no tiene otra aspiración que vivir, comer y engendrar.

"El grande y verdadero edificio del Templo consiste únicamente en destruir la miserable cabaña adámica, y construir el Templo de la Divinidad; es, en otros términos, desarrollar en nosotros el sensorium interno, el órgano que recibe a Dios; después de este desarrollo, el principio metafísico e incorruptible reina sobre el principio terrestre y el hombre empieza a vivir, no ya en el principio del amor propio, sino en el espíritu y en la verdad de que él es el Templo.

NOTA: La "miserable cabaña adámica" es ni más ni menos que nuestro cuerpo físico más nuestra conciencia finita objetiva. Debemos destruir - simbólicamente hablando - este antiguo cuerpo, para levantar sobre él, el Templo Interior.

"La ley moral actúa entonces en amor del prójimo y en acto, mientras que para el hombre natural exterior de los sentidos no es más que una simple forma del pensamiento; y el hombre espiritual regenerado en el espíritu, ve todo en el ser de que el hombre natural no tiene más que las formas vacías de pensamiento, el sentido vacío, los símbolos y la letra que son todas imágenes muertas sin el espíritu interior.

"El fin más elevado de la religión es la unión más íntima del hombre con Dios, y esta unión ya aquí abajo es posible, pero no lo es más que por la apertura de nuestro sensorium interior y espiritual que abre nuestro corazón para hacerlo susceptible de recibir a Dios.

"Estos son grandes misterios que la filosofía ni siquiera sospecha y cuya clave no se puede encontrar entre los sabios de escuela.

"Entre tanto, una Escuela, más elevada ha existido siempre a la que ha sido confiado este depósito de toda ciencia, y esta Escuela era la COMUNIDAD INTERIOR Y LUMINOSA DEL SEÑOR, la SOCIEDAD DE LOS ELEGIDOS que se ha propagado sin interrupción desde el primer día de la creación hasta el tiempo presente. Es cierto que sus miembros están dispersos por todo el mundo, pero siempre han estado unidos por un espíritu y una verdad y nunca han tenido más que un conocimiento, una fuente de verdad, un Señor, un Doctor y un Maestro. Un Doctor y un Maestro, en el que reside substancialmente la plenitud universal de Dios y que les inició Él solo en los altos misterios de la naturaleza y en los del mundo espiritual.

"Esta COMUNIDAD DE LA LUZ era llamada en todos los tiempos la IGLESIA INVISIBLE E INTERIOR, o la COMUNIDAD MÁS ANTIGUA, de la que os hablaremos más despacio en la próxima Carta".

NOTA: Esta Comunidad es lo que se conoce también como Jerarquía Espiritual o Gran Logia Blanca. Estas expresiones son hoy profanadas, vulgarizadas y por lógica consecuencia desprestigiadas. Tratemos de devolverle su respetuoso lugar en las enseñanzas esotéricas.

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