Memorias recuperadas de una esclava de control mental Monarca

TRANCE-FORMACIÓN DE AMÉRICA
Por Cathy O'brien
(Memorias de una "modelo presidencial" y esclava de control mental Monarca Beta)
El rito de permanencer en silencio
El 7 de mayo de 1966, yo estaba vestida de blanco con mi velo católico y mis zapatos de charol blancas como era obligatorio para hacer mi primera comunión. Estaba de pie fuera del nuevo edificio, una estructura de hormigón retorcido, de la Iglesia de San Francisco de Asís en Muskegon a la espera de comenzar la ceremonia, cuando Guy VanderJagt, que estaba afiliado a la iglesia, vino hacia mí caminando por el césped. Se puso en cuclillas con una rodilla en el suelo, y me dijo: "se te ve bonita hoy. Eres tan bella como tu nombre. Cathleen en gaélico significa "pureza", y es muy claro para mí que tu pureza es impecable. Ann significa "gracia". Es por la gracia de Dios, no por tus acciones, que eres pura. Pura de corazón. Estás cubierta con la sangre de nuestro Señor y Salvador, al igual que la cruz en la que lo colgaron. Esto es para ti".
Abrió una caja de terciopelo negro, mostrando un collar con una cruz de color rosa. Tal como con la pluma con la inscripción de Kennedy que me había enseñado en la capital del estado, el significado oculto del collar de la cruz rosa (rosacruz/escuela de misterios) lo llevaría durante el resto de mi existencia con la mente-controlada. Un pedófilo, camarada de VanderJagt en el Proyecto Monarca, el Padre Don, se unió a nosotros; rebuscando en el fondo del bolsillo de su túnica me mostró un delicado talismán azul de la Virgen. Había que usarlo junto con la cruz rosada "Para simbolizar tu servicio a la Santa Iglesia Católica", me dijo el Padre Don, a la cual yo "prometía servir y obedecer".
Tal como VanderJagt sujetaba la cruz rosada y el talismán azul de la virgen alrededor de mi cuello, me dijo que ahora yendo de rojo, blanco y azul iba apropiadamente vestida para la ceremonia. Podía sentir su aliento en mi cuello mientras me ajustaba el collar y me aleccionaba: "Cuando el Padre diga" el Cuerpo de Cristo "tú debes decir "Ahhh... men (hombres en inglés)... tú reconoces que Cristo es Dios hecho hombre, y que tú sabes para que son los hombres. Cuando el padre te dé la hostia, se te pegará en el cielo del paladar si no se la chupas del pulgar".
Me apresuré a alinearme con mis compañeros de clase de catecismo para la procesión a la iglesia de nuestra santa misa de comunión. "El Cuerpo de Cristo", dijo el padre Don, sosteniendo la hostia. "Ahhh... men", respondí como se me había indicado, chupando la hostia de su pulgar. Tras los servicios, VanderJagt y el Padre Don me hablaron brevemente mientras mi padre estaba congregado con otros feligreses. El Padre me estaba diciendo"... Dios te ha escogido para el trabajo dentro de su Santa Iglesia. Tu eres una de los Elegidos, (1) criatura mía...".
Más tarde esa noche, VanderJagt asistió a la recepción que mis padres celebraban para mí en casa. Habló con mi padre un rato, pero pasó la mayor parte del tiempo hablando con mi tío Bob, que había volado hacía poco en "una misión por encima de los mares". Mi tío Bob y VanderJagt eran amigos, y mantuvieron su amistad a lo largo de los años. A medida que la recepción se dispersaba, VanderJagt me llevó de vuelta a la iglesia para un "servicio especial de tarde con el Padre Don".
VanderJagt abrió la puerta de la rectoría de la iglesia vieja al otro lado de la calle de la nueva estructura de St. Francis, contándome que teníamos que "tener una charla muy importante ahora que me había comido el cuerpo de Cristo". La charla, la sangre, el trauma y los abussos sexuales que sucedieron a continuación condicionaron mi mente para aceptar fácilmente la programación que deliberadamente a lo largo de los años fueron fusionando el Gobierno de EEUU y los esfuerzos del control mental de los jesuitas para tener los controles del Nuevo Orden Mundial. "Yo trabajo para el Vaticano, y ahora, tú también", me dijo VanderJagt. "Acabas de hacer un pacto con la Santa Iglesia Católica. Nunca debes romper este pacto".
Capaz de cuestionar aún en ese momento, pregunté: "¿Qué es un pacto?" VanderJagt respondió: "Un pacto es la promesa de guardar secretos, secretos que la iglesia siempre ha sabido. El Papa tiene todos los secretos encerrados en el Vaticano. Tu tío Bob y yo hemos estado en el Vaticano. Es hora de que ingreses en el pacto sagrado y aprendas los secretos de la iglesia que fueron escritos mucho antes de Cristo, incluso antes de su venida. Los monjes dominicos mantienen el pacto que Noé llevó al nuevo mundo. Han mantenido el secreto con ellos. Se escribió en pergaminos y se mantuvo en un lugar secreto en el Vaticano. Tomaron el Voto de Silencio para no revelar nunca su ubicación o su contenido. Debes ingresar en el pacto. El secreto te lo tienes que llevar a la tumba. No debes revelar el secreto a tu madre, ni a tu padre ni a nadie". VanderJagt procedió a llenar mi joven mente con interpretaciones bíblicas sugestionables que sentaron las bases para futuros "inter/intra dimensionales" temas de programación utilizados por los programadores del Proyecto Monarca para controlar la compartimentación de la memoria, sinónimo de DPM/TID.
"Cristo los vio a todos", me estaba diciendo VanderJagt: "Son las dimensiones, los lugares que puedes ver camino de la muerte. (2) Es por eso que se llaman "diemensiones" (juego de palabras en inglés, die/muerte). Sólo tienes que recordar que Cristo después de morir volvió para decirnos todo lo que había visto mientras hacía el camino hacia el cielo. Marchó sólo tres días, pero estuvo fuera mucho más tiempo porque el tiempo no pasa igual en otras dimensiones. El purgatorio es una dimensión. El infierno es otra. Y hay muchas otras en medio. Oz es otra dimensión. El cielo no es el límite de todos los mundos que hay ahí fuera esperando ser explorados. Tú puedes viajar por dentro y por fuera de todas estas dimensiones, aprendiendo los secretos del universo. Has sido elegida para explorar estos oleosos mundos para la iglesia. Escucha en la quietud y sentirás su voz, guiándote (3) en tus misiones. La cruz rosa es como las zapatillas rojas de Dorothy. Nunca te quites la cruz de color de rosa, Cathy, al viajar por otras dimensiones y siempre serás capaz de volver a casa".
El Padre Don se unió a VanderJagt en un ritual en el que me bañaban con la sangre de un cordero sacrificado, y posteriormente, a través de este horrible trauma de sangre, bloqueaban las percepciones establecidas y creaban una base más profunda en mi mente para la programación del control mental. Esta base para la programación quedaba anclada en el Voto de Silencio que los monjes jesuitas toman "no sólo para guardar secretos, sino porque su mente todavía puede hacerlo y al mismo tiempo escuchar su guía interno". Seguro que el "Rito de permanecer en silencio" que habían realizado les garantízaba que yo mantendría en secreto las perversiones pederastas a las que me sometieron el Padre Don y Guy VanderJagt. Los dos bromeaban diciendo que me había convertido en "una buena Cathy-lick". (Juego de palabras Cathy-lick por Cató-lic(a) lick significa lamer, "una buena Cathy-lame"). Después de que el rito de guardar silencio se instalara, las voces de mis múltiples personalidades que antes había sentido en mi cabeza cesaron. En el silencio de los deliberadamente creados compartimentos de memoria, sólo podía oír la voz de mis abusadores, que los habían creado... el mando de mi silencio. Silencio para según quién y/o que yo sabía estaba involucrado en el Proyecto Monarca de Control Mental.
Mi familia y yo íbamos habitualmente de vacaciones a Mackinac Island, Michigan, que es una pequeña isla situada en los Grandes Lagos cerca de la frontera con Canadá. Mackinac Island, con la mansión del gobernador y el histórico Gran Hotel, fue un patio de recreo político donde mi padre me prostituía, entre otros pedófilos, con Jerry Ford, Guy VanderJagt, y más tarde con el senador de EEUU Robert C. Byrd. Mi parte del control mental que allí se prostituia percibía Mackinac como otra dimensión, la eternidad de la cual era realzada por el estilo antiguo de la isla. Los automóviles estaban prohibidos en la pequeña isla, delegaban para el transporte los buggies tirados por caballos y las bicicletas. Una vez, cuando Lee Iaccoca asistió a una fiesta en la Mansión del entonces gobernador Romney, le oí comentar, "Qué mejor sitio para que los ejecutivos del ramo del automóvil puedan conseguir alejarse de todo, que una isla sin coches?"
Mackinac Island, por su ubicación geográfica, proporcionaba siempre un aire de amistad entre EEUU y Canadá, que formaría en mi percepción infantil que nuestros países no tenían fronteras. Este punto de vista político era aún más reforzado por mi padre que siempre llevaba la familia a las Cataratas del Niágara, donde mi mente debía ser simbólicamente "lavada de toda memoria", o de lo que había pasado en Mackinac. Numerosas cascadas del Niágara, poderosas cascadas estaban razonablemente cerca de Mackinac Island, y compartían la frontera entre EEUU y Canadá.
Cuando Pierre Trudeau fue elegido Primer Ministro de Canadá, en 1968, a menudo oía decir, "Pierre Trudeau es uno de los nuestros, ya sabes". Oí por primera vez esta críptica frase en referencia a la lealtad de Trudeau hacia el Vaticano cuando el Padre Don estaba discutiendo con un personaje famoso, un domingo después de misa. Este hecho circuló rápidamente entre los que yo sabía que estaban involucrados en el aspecto Católico/Jesuita del Proyecto Monarca.
El verano después de que Trudeau fue elegido, mi padre llevó a la familia a Mackinac Island como de costumbre. Encaramada encima de una gran estatua en los jardines de la Mansión del Gobernador, podía ver a través del campo hasta el Grand Hotel. Me di cuenta que banderas Canadienses ondeaban entre banderas de los Estados Unidos alineadas en la parte delantera del antiguo hotel. Cuando me deslicé estatua abajo, Guy VanderJagt se acercó con una copa y un cigarrillo en la mano. Poniéndome el pelo en su lugar, dijo, "Ponte bien la camisa, tengo a alguien importante para que tengas un encuentro". "Sabía que era alguien importante de aquí por aquellas banderas", le dije, metiéndome la camisa dentro de los pantalones cortos de color rosa. "Cuando estaba en el Vaticano", comenzó VanderJagt, "me dijeron que el primer ministro Trudeau es amigo del Papa. Piensa como uno de nosotros. Un verdadero Católico. Le gustan las Cathy-licks". VanderJagt me llevó arriba, a la mansión, donde Pierre Trudeau estaba bajando las persianas de la ventana de una habitación poco iluminada llena de antigüedades. VanderJagt cerró la puerta detrás de mí. La chaqueta del esmoquin de Trudeau estaba perfectamente colocada sobre una silla, lo que le dejaba en pantalones formales, con camisa, y una brillante faja roja que me llamó la atención. "Me gusta su faja", le dije. "Nadie te ha enseñado Silencio aún?". Su actitud sombría, áspera, quedaba suavizada por una voz suave y sedosa.
La parte de mí que había sufrido el Rito de Permanecer en Silencio se activó, asumí que Trudeau lo sabía todo sobre interdimensionalidades según mis percepciones deliberadamente formadas. No podía/no comprendía que las interdimensionalidades en realidad equivalían a la dimensión interna de mi propia mente compartimentada. Del mismo modo, tampoco entendía que "Keys to the Kingdom" (Las Llaves del Reino) se refería al conocimiento de los códigos, las llaves para activar mi controlada mente. "Guy me ha dicho que te gustan las Cathy-licks", le dije, repitiendo lo que VanderJagt me había dicho. "¿Eres tú el guardián de las llaves?". Trudeau con sus ojos fríos y oscuros aparentemente miraba a través de mí. "Puedes aprender más en la escuela del pensamiento que con preguntas precoces. No has aprendido que los niños deben ser vistos pero no escuchados?" "Es esta una pregunta precoz?" Le pregunté. "¿Qué es una pregunta precoz?" Trudeau suspiró con impaciencia. "Esto es irrelevante. Lo que importa es que cierres la boca, aquietes la mente, y entres en la escuela del pensamiento. El silencio es una virtud. Escucha el silencio en la quietud de tu mente. Adéntrate en el interior de tu mente", dirigiendo lentamente. "Más y más profundo donde es tranquilo y en silencio...".
Trudeau manipulaba hábilmente mi mente con sofisticados lenguajes hipnóticos. No sólo dio de alta mi silencio para las perversiones pedófilas a las que él se entregaba, sino que instruyó mi "escuela de pensamiento" de una manera que se equiparaba a la programación. Él sentó las bases para los programas de Aire-Agua que son un espejo-dimensional de los temas utilizados a menudo por la NASA y otras personas involucradas en el Proyecto Monarca. Jugando con el sonido de su propio nombre "Pee-Air" (Pipí-Aire) (Pierre), añadió un giro perverso al tema cada vez que accedía a prostituirme con él.
Si yo hubiera sido capaz de sentir miedo, habría tenido miedo de Pierre Trudeau. La lentitud de Trudeau, enmascaraba con deliberados movimientos el poder brutal de su cuerpo tanto como sus aterciopeladas maneras, su voz suave me atravesó la mente y se introdujo en mis pensamientos. El tono frío, helado, de sus afeminados manicurados y largos dedos, contrastaban con el calor de su perversión... una perversión de la que me culpaba a mí y mis "despectivas maneras tentadoras". En mi ignorancia infantil, creía que el comportamiento de Trudeau y sus repeinados cabellos eran características de su ascendencia francesa.
"Yo lo sé todo de los franceses", presumí ante mi nuevo "abuelo" Van, cuando le visitamos en su casa de Milwaukee, Wisconsin.
El padre de mi madre había muerto poco antes de que Kennedy fuera asesinado, y mi abuela rápidamente se pegó a un rico hombre de negocios, de la alta política de Milwaukee. La abuela había conocido al abuelo Van Vandenburg en el buque de pasaje/mercancías que recorría las aguas de los Grandes Lagos, el Clipper Milwaukee. El Clipper transporta carga, incluyendo los Cadillacs para la Vandenburg Motors de Canadá, así como las drogas autorizadas por el Servicio de Guardacostas Local a través del Gobierno de EEUU y que mi padre distribuía. A veces acompañaba a mi padre a los muelles de Muskegon a recoger el cargamento, lo que a menudo involucraba la prostitución.
Jerry Ford y Guy VanderJagt combinaban, a veces, negocios con placer en los casinos del barco, que es donde tuvo lugar la conexión entre la abuela y el abuelo Van según se dice. El abuelo Van conocía en Jerry Ford, y en consecuencia también conocía a Pierre Trudeau. "¿Qué sabes tú de los franceses?" me preguntó el abuelo Van mientras yo estaba sentada en el suelo en su sala de estar, acariciando al perro que acababa de llevar a casa. Sin saber qué decir y estupefacta por su pregunta, me quedé en silencio. "Sé que has conocido a Pierre Trudeau", espetó él. "También sé que amas a los perritos. Por eso he comprado este perro para tu abuela, para que puedas disfrutarlo tu también. Se llama Pepe. Es un caniche francés". "Yo lo sé todo sobre los Franceses". Dije, comparando mentalmente el gran Caniche francés que tenía delante con Trudeau. "Tienen las uñas bonitas...". Acaricié las uñas pintadas de Pepe. "Tienen el pelo divertido...". Acaricié el pelo cortado de Pepe. "Y mean mucho", dije riendo. "Será mejor que te lo lleves y lo haga fuera, entonces", me dijo el abuelo Van, dándome la correa de Pepe.
Después de llevar al perro, por lo me que me pareció, a todos y cada uno de los árboles del barrio, decidí que le llamaría "Peepee". El tío Bob producía películas pornográficas de bestialismo filmándonos a Pepe y a mí en numerosas ocasiones, más tarde sabría que Pierre Trudeau las veía. Pepe siguió siendo una parte de mi experiencia incluso después de que el abuelo Van se divorciara de la abuela, y mucho después de que me desarrollase más allá de la perversión de Trudeau por los niños pequeños. Tardé en convertirme en una adolescente. Entonces ya tenía trece años, mis incipientes pechos empezaban a hincharse, lo que me hacía "demasiado vieja" para las perversiones pedófilas de Vanderjagt. Cuando mi padre me llevaba a la Isla de Mackinac a la prostitución de rutina en el Retiro de los Políticos, VanderJagt me presentó un nuevo amigo que había hecho y que estaba de congresista de los EEUU en Washington, DC. El senador demócrata Robert C. Byrd, de West Virginia. Byrd había sido senador vitalicio de EEUU, actuó como azote del Senado y más tarde fue presidente Pro Tempore del Senado, y como todos los poderosos el líder de la Comisión de Asignaciones del Senado, Byrd llamaba la atención y tenía el respeto de todos los que entraban en contacto con él, sobre todo de mi padre. Cuando nos quedamos solos en su habitación, él se cernía sobre mí en una actitud amenazante. Sus rasgados ojos azules y fríos, se fijaban en los míos. Me desnudé y acosté como me ordenó. Me sentí momentáneamente aliviada al ver que su pene era anormalmente pequeño, ¡tan pequeño que incluso no me dolía! ¡Y podía respirar con él en la boca! Entonces empezó a entregarse a sus brutales perversiones, hablando sin parar de como yo estaba "hecha sólo para él", debido a la enorme cantidad de dolor que podía soportar. Los azotes y las esposas de policía que había sufrido anteriormente eran un juego de niños en comparación con las torturas cercanas a la muerte del senador Byrd. Los cientos de cicatrices en mi cuerpo aún se ven hoy día. Con VanderJagt, el sexo era una cuestión de "todo lo que yo le podía dar", mientras que con Byrd era "todo lo que él podía obtener". Y estava obligada a sentir el dolor que cualquier ser humano lógicamente no podía soportar. Estaba dedicada a Byrd a la edad de trece años y eso significaba que estaría dirigiendo mi futuro en el Proyecto Monarca, y mi padre quiso cultivarme según sus especificaciones. Mi existencia con DPM/TID se hizo más reglamentada desde este punto en adelante. Se me mantenía físicamente desgastada hasta el punto del agotamiento, para ser lo suficientemente receptiva a las limitadas capacidades de programación hipnótica de mi padre según las condiciones de mi mente para el control mental.
En cuanto a la pornografía, me vi obligada a prever que todo sería mucho más violento inmediatamente después de Byrd, el cambio pasó de ser predominantemente pedófilo y temas de bestialismo a versiones de tortura sadomasoquista (S & M). Mi padre y mi madre trabajaban en tándem cada día "rompiendo mi espíritu", destruyendo los restos que quedaban de mi autoconfianza, derrumbando mi autoestima, y por lo tanto aniquilando los impulsos de mi libre albedrío. Ellos me condicionaban/enseñaban que mis sueños eran reales y mi realidad eran sueños, que lo negro era blanco y que arriba estaba abajo. "Buenas noches, que duermas profundamente, sueña con papá y mamá", eso es lo que oía cada noche. Esto fue pensado para confundir mi mente y para pensar que el incesto en mitad de la noche había sido "sólo una pesadilla". El ver la televisión, los libros y la música fueron aún más estrictamente controlados y supervisados que antes. Esto no sólo era para transgredir la última minúscula libertad de elección, sino para el conjunto de propósitos condicionados del control mental. Por ejemplo, la reposición televisiva anual de Judy Garland de "El Mago de Oz" era celebrada en casa como un día de fiesta mayor. Esto me debía preparar la mente para una futura base de programación sobre un tema en el que yo, como Dorothy, podía "pasar" a otra dimensión "Over the Rainbow". Al fin y al cabo, "los pájaros (Byrds) vuelan sobre el arco iris..." fue un tema que se convirtió en una parte de mi vida. Mi padre insistía en que viera la película de la Cenicienta de Walt Disney con él, paralelizando mi existencia con la de la Cenicienta "la mágica trance-formación de una sucia y pequeña esclava en una hermosa princesa". Con el típico humor de la "psicología inversa", él hacía referencia a las fotografías pornográficas cuando cantaba "Someday my Prince (prints) (de imprimir) will come", (I'm coming, en inglés es "me corro") ("Algún Día mi Príncipe vendrá"), y literalmente colocaba el énfasis sexual en "vendrá" (will come) .
Mi hermano, Bill, que a menudo hacia porno infantil conmigo , no fue uno de los "elegidos" por el Proyecto Monarca (más allá de suministrar, en los últimos años, más niños para ser utilizados). Sin embargo, mi padre pensó que "lo que era bueno para mí también sería bueno para mi hermano". Nos llevó a ver Pinocho de Walt Disney, explicándonos que mi hermano y yo éramos sus títeres todavía en fase de talla. Las distorsiones de la realidad que le proveían estas y otras películas de Disney junto con las del gobierno cuando mi padre entrenaba el control de la influencia entre el consciente y el subconsciente, comenzó a erosionar aún más nuestra capacidad de discernir la fantasía de la realidad. Mi hermano, de 37 años, sigue estando psicológicamente bloqueado en los traumáticos años de infancia y está obsesionado a día de hoy con temas y producciones de Disney. Su casa está decorada con motivos de Disney, lleva ropa Disney, escucha las instrucciones de mi padre en su teléfono Disney, y mantiene "Cuando deseas una estrella" como su canción favorita, y ha bloqueado a sus hijos con este mismo tema.
Mi padre también me ordenó ver la horrible película "Pájaros" de Alfred Hitchcock. Esto reforzó en mi mente el tema de la película que no es otro que "No hay donde esconderse de los pájaros/Byrd ". Estaba rápidamente empezando a perder toda capacidad de cuestionar cualquier cosa por mi propio juicio. Era fácil creer que de hecho no había "ningún lugar donde ir, ningún lugar donde esconderse", que es una base psicológica necesaria y primordial del gobierno/control de la mente militar. En los últimos años el, "¿a quién llamarás?" y el chiste de Ronald Reagan, "puedes escapar, pero no puedes esconderte", resonó en lo más profundo de mi mente. Al fin y al cabo, aunque se me ocurriera buscar ayuda , ¿quién me ayudaría? ¿la policía? ¿la iglesia? ¿mis padres? ¿mis parientes? ¿los políticos? ¿la escuela? Me di cuenta que no quedaba nadie para ayudarme. Mi programación de televisión se expandió para incluir los espectáculos que toda esclava del Proyecto Monarca del Control Mental sabía que tenía que seguir: I Dream Of Jeannie, La tribu de los Brady, Gumby y Pokey, y Bewitched. Podía relacionarme con el Geniocomplaciendo a su amo, que era un comandante de la Fuerza Aérea en I Dream Of Jeannie. Esto sirvió para confundir la realidad de mis propias experiencias con la fantasía producto de la televisión. Dije a todos los forasteros que mi familia era "tal y como los Brady". Mediante Gumby y Pokey me hicieron creer que era tan flexible como estos artistas animados de arcilla. Por lo tanto, yo era capaz, físicamente, de maniobrar en cualquier posición sexual. Los espejos representaban portales a otras dimensiones y aventuras entrelazando mi condicionamiento Católico con temas de programación como Alicia en el país de las maravillas y El Mago de Oz. En Bewitched, es el nuevo vecino normal de la puerta de al lado que se considera más loco que las brujas. Esta es otra inversión que se aplicó a mi extraña existencia. Yo era una de las únicas chicas de la escuela que escuchaba música country. En aquel tiempo, el Senador Byrd se creía un violinista de música country y era "mi deber amar lo que hacía", me ordenó escuchar música country o ninguna música en absoluto. La música era mi vía de escape psicológico, una herramienta disociativa. Pero esto también mental.
Se utilizó en el escenario para mi futuro como "Modelo Presidencial" esclava del Proyecto Monarca de control mental.
Como se ha sugerido, había leído la serie Boxcar Children una y otra vez, empatizando con los ensayos, los traumas y las tribulaciones que los niños sufrían mientras se defendían por sí mismos en la larga casa furgón de las vías del tren. Mi padre a menudo me hacía sonidos de tren, al pasar, para recordarme subconscientemente que yo estaba en ese momento "in Train-ing (en-Tren-ando) en la indetectable pista del "Freedom Train". (4) ("Tren de la Libertad"). Este término, tomado del ferrocarril subterráneo para esclavos de Harriet Tubman, invierte el sentido de la palabra "libertad" para confundirnos con "una mente de una sola pista" e inculcar la creencia "soy libre de ser esclavo". Esto también reforzaba mi entrenamiento para mantenerme en el camino establecido para mí. Mi padre a menudo hacía la broma: "Cuando Dios se va de los cerebros (brains), tú piensas que has dicho "trenes" (trains), y entras en la línea equivocada. El condenado (por delito capital) criminal de carrera, artista de la música country y agente de la CIA, Merle Haggard, utiliza a menudo bien documentados lenguajes crípticos en sus canciones que pertenecen a operaciones de esclavos del control mental del gobierno. Publicó canciones como "Freedom Train" y "Over the Rainbow". Mi padre me repitió muchas veces que Merle Haggard era mi cantante "favorito" y que sus canciones reforzaban mi programación. Por supuesto, el senador Byrd siguió siendo mi violinista "favorito" según lo ordenado. Tocaba canciones de trenes como "Orange Blossom Special", mientras hacía sonidos de trenes con el violín. A veces yo era su público cautivo, atado y amordazado, mientras tocaba el violín. Otras veces me hacía girar y girar sobre mí misma como una bailarina de una caja de música para añadir "nuevas dimensiones a nuestro sexo"... Estas nuevas dimensiones incluían más y más dolor físico a través de tortura "perversa".
Mi padre aprovechaba sus nuevas conexiones políticas y avanzaba en el trabajo, fabricaba piezas del árbol de levas para automóviles en una fábrica local. Pronto fue ascendido a un puesto de gestión de ventas a causa de sus conexiones dentro de la Oficina de Adquisiciones del Pentágono y de la Administración de Servicios Generales, junto con lo que había aprendido sobre persuasión hipnótica de doble vínculo. Para complementar sus ingresos continuó con la explotación sexual de sus hijos. Esto ahora incluía prostituirme descaradamente con la Guardia Costera de Muskegon mientras la cocaína venía o iba hacia la base. Mientras tanto, mi padre nos llevaba a todos a la iglesia cada domingo, y mi madre se mantenía ocupada haciendo bebés que tenían que entrar en el Proyecto. De una manera ciertamente pedófila, se rodeó de niños entrenando en deportes de pequeñas ligas, acompañando las actividades escolares y el Catecismo, y involucrándose con los Boy Scouts. Todo esto hizo que pareciese un ciudadano modelo y un "pilar de la comunidad". La ilusión se derretía. Las partes de mí que sabían que era de otra manera no tenían más remedio que guardar silencio.
- (1) El Proyecto Monarca nombra a sus esclavos como "Los Elegidos".
- (2) La tortura cercana a la muerte, así como la programación Puerta de la Muerte, eran utilizadas conjuntamente por los jesuitas católicos y la CIA en el Proyecto Monarca.
- (3) Eran las voces de mis programadores del control mental y manipuladores que más tarde oí guiándome.
- (4) "Tren de la Libertad" es el término reconocido internacionalmente como un código secreto para operaciones de esclavos del Proyecto Monarca que oí repetidas veces a lo largo de mi victimización.
Mi primer Presidente
Muskegon, Michigan es una costera atracción turística, y la sede de los festivales anuales Seaway and Coast Guard, que atrae a la ciudad a personas de todas partes de Michigan. VanderJagt permanecía visible al público a través de oportunidades como éstas. A mi padre se le podía ver a menudo con Vanderjagt y era fotografiado a su lado mientras juzgaban los eventos del festival, como los desfiles de niños, las esculturas de arena, los concursos, etc, en todos los cuales participé y los gané. Años más tarde mi padre pulía y lustraba la pintura roja del Ford descapotable de 1966 haciendo de chófer de Vanderjagt en los desfiles locales. Esto sólo servía para reforzar la ilusión de que mi padre era un "pilar de la comunidad".
En 1973, el senador Byrd dio instrucciones a mi padre de que me enviara a Muskegon, a la Catholic Central High School, que era supervisada por el director de la Iglesia St. Francisco de Asís, el Padre Lepre. La iglesia católica, por supuesto, tiene su propia estructura política, bajo la presidencia del Papa por encima de todos. Los fuertes lazos políticos entre la iglesia católica y el gobierno de los EEUU se puso de manifiesto abiertamente por la muy publicitada relación entre el Presidente y el Papa durante la Administración Reagan. Por supuesto, yo había estado al corriente de esta relación política desde mi primera comunión, una relación que el Rito de Permanecer en Silencio pretende encubrir. Mi experiencia de la participación directa de la Catholic Central con el Proyecto Monarca de acondicionamiento físico y psicológico confirma, además, la unión entre el Gobierno de EEUU y la Iglesia Católica.
Cuando el senador Byrd me cambió de la escuela pública a la Parroquial, también destruyó, debido a la disociación, mi personalidad de la escuela. Ya no podía considerar la escuela como mi refugio contra el abuso, ya que estaba controlada por la iglesia y, como más tarde supe, controlada también por un sector corrupto de la CIA.
En el momento en que me inscribieron en la Catholic Central, las camarillas y los grupos ya se habían formado. Tenía una personalidad que se adaptaba a los niños "buenos" y otra que interconectaba con los "malos". No pasó mucho tiempo antes de que los chicos "buenos" se dieran cuenta que también me llevaba bien con los "malos". Pronto descubrí que los niños que se podían relacionar conmigo sólo eran las otras conocidas víctimas del Proyecto. Nos agarrábamos juntos en un grupo muy unido, tratados como proverbiales ovejas por los de la escuela que conocían que sufríamos DPM / TID y que estábamos bajo control mental. Cada uno de nosotros cambiaba de personalidad tal como la circunstancia lo exigía, y muy a menudo al unísono. Nos traumatizaban ritualmente, constantemente puestos en tránsito, y luego programados durante el horario escolar. Desde que ya no tenía mi singular "personalidad de la escuela" y estaba cambiando constantemente de lugar, el compartimento de mi cerebro que contenía la memoria de la escuela ya no pudo ser recuperable conscientemente. Por lo tanto, no tenía ninguna base para el aprendizaje continuo, salvo lo que era capaz de memorizar fotográficamente en clase. Mis notas se volvieron erráticas, algunas iban de la A al suspenso. Y otras las sacaba sin merecerl o académicamente. En la obligatoria clase de religión, la Hermana Ann Marie nos había estado dirigiendo mal en el estudio sobre el tema de la confesión, de hecho era para prepararnos para los tipos de confesiones que deberíamos dar al Padre Vesbit, quien también era el director de la escuela. El día que la Hermana nos ordenó ir a la confesión, me negué. Temía inconscientemente que en esta ocasión, sería de nuevo asaltada sexualmente en el confesionario, mientras mis compañeros adolescentes esperaban con impaciencia en la puerta. La hermana me quiso escarmentar en clase, diciendo que era una "satanista" y que estaba "yendo al infierno". Sin las aparentes fugas hacia el ocultismo que proliferaban en la escuela, ya no podía diferenciar entre el catolicismo y el satanismo.
Fueran cuales fueran los propósitos del Senador Byrd para enviarme a una escuela católica, nadie parecía darse cuenta de que yo no tenía ninguna razón para adherirme a los principios de la religión católica. Por lo tanto, la aplicación inversa del satanismo tampoco tenía ninguna "magia espiritual". La brecha de la lucha contra la superstición que la escuela católica, sin darse cuenta, abría dentro de mí, sólo sirvió para descartar los principios ocultos y los traumas supersticiosos que trataban de utilizar para controlarme.
El satanismo se utiliza a menudo como una base extrema del trauma del dolor/violencia en el Proyecto Monarca de Control Mental, parece ser que debido a una anterior investigación del nazi alemán Himmler. No me adhiero a la deseada actitud de impotencia de que esto es una "Guerra espiritual" y está fuera del reino de la humanidad la capacidad de pararlo. A pesar de mis creencias religiosas o su ausencia, experimenté igualmente los "resultados". Al ser sometida a trauma y ser testigo de cosas tan horribles, mientras mi cuerpo era violado, torturado y azotado por los hombres, literalmente, me expulsaron de mi mente.
La Catholic Central, asimismo, incrementó mi capacidad de resistencia según lo previsto. Me inscribí en la carrera de dos millas del equipo de atletismo de las chicas tal como se me había ordenado. La Catholic Central de Muskegon lideró el Estado de Michigan en los deportes de secundaria, utilizando la técnica de control mental para "modificar" a sus atletas estrella e hizo que sobresalieran más allá de los registros preestablecidos. La escuela ganó el reconocimiento nacional por su contribución a las ligas profesionales debido a la fabricación programada de atletas. Pero, al igual que los Dodgers e Tommy Lasorda, las persistentes victorias de la Catholic Central comenzaron a levantar sospechas y preguntas. Esto creó un escándalo público tal para la escuela que amenazó con cerrar las puertas en 1975.
Los equipos de las chicas y los chicos se en contraban después de la escuela para practicar. Yo era de las pocas chicas señaladas para entrenar con el entrenador Cheverini y sus métodos hipnóticos de control mental, debido a mi victimización en el Proyecto Monarca. Se me ordenó correr 13 millas cada día (otra estratagema satánica cursi) para obtener la mejor forma de cara a la carrera de las dos millas. A menudo se me hacía correr con un amigo que poseía el record de los chicos de las dos millas. Él y yo éramos amigos, compartíamos mucho debido a nuestras semejantes victimizaciones del Proyecto Monarca. Juntos aprendimos a dejar fuera el dolor y la fatiga mientras corríamos. El entrenador Cheverini nos hacía entrar en trance rápidamente, en nuestras mentes, y no teníamos noción del tiempo o la distancia. Percibíamos la pista como nuestro "Yellow Brick Road" (Camino de Baldosas Amarillas), conforme al tema de programación de Oz. El plan del senador Byrd para construir mi resistencia física a través de los métodos de entrenamiento de la Catholic Central tuvo éxito y me permitió sobrevivir a sus perversiones sexuales intensamente tortuosas.
Además de los viajes de rutina a Mackinac Island y a las Cataratas del Niagara, mi familia a menudo iba de camping para "alejarse de todo". De hecho, me llevaron a lugares clave para el abuso ritual, la prostitución y la pornografía. En otoño de 1974, mi padre anunció que íbamos a acampar "atrás en el tiempo" en un viejo Festival de moda en la pequeña ciudad remota de Cedar Springs, Michigan para su celebración anual de los días de la franela roja. Mi madre me dijo que metiera en la maleta mis jeans y suéteres y el uniforme de la escuela católica que ella había lavado y planchado para la ocasión.
Cedar Springs era tranquilo, en las actividades del festival se incluían unos juegos mecánicos en ruinas instalados en un pequeño aparcamiento, y concursos donde los agricultores locales enfrentaban sus mulas y caballos entre sí para ver quién podía tirar de más peso. La calle principal (y única) de la ciudad estaba llena de los pocos locales de empresas, incluyendo la fábrica de ropa interior de "calzoncillos largos" de franela roja de la ciudad. En el centro de la ciudad, en broma, una única celda carcelaria se había erigido para encerrar a cualquiera de los participan tes del desfile que no osaran llevar la requerida ropa interior de franela roja. La cárcel estaba custodiada por casi todos los policías de Keystone. Me hizo gracia que cuando la gente del pueblo comenzó a hacer la cola para marchar en desfile, quedaron muy pocos para verlo, un retrasado mental llevaba la batuta para dirigir el desfile, seguido de los niños en bicicletas, carros de heno de la gente mayor, una banda de la escuela primaria y la gente caminando, todos ellos en ropa interior de franela roja. Al final del desfile, el coche de bomberos de la ciudad, se acercaba, rodeado de numerosos policías en motocicletas. Sentí gente susurrando "vendrá el presidente". Supuse que se referían al presidente de la fábrica de ropa interior. Estaba equivocada. Vi con horror cómo el camión de bomberos se detenía, y entonces el Servicio Secreto ayudaba al presidente Gerald Ford mientras bajaba al pavimento.
Mi padre estaba emocionado tirándome del brazo, medio me arrastraba a través de la pared de agentes del Servicio Secreto para hablar con el presidente Ford. Miré a mi alrededor nerviosa mientras mi padre hacía los arreglos necesarios con Ford para prostituirme con él más tarde esa misma noche. VanderJagt, que al parecer no se perdía un desfile, estaba firmando autógrafos. Mientras él me sonreía, alguien me cogió por el brazo. Nerviosa y asustada, me puse a gritar. La multitud se puso a reír mientras un "policía" de Keystone me llevaba a la cárcel, me reñía por no llevar la ropa interior de franela roja mientras estuve hablando con el presidente. Yo trataba de ser discreta con la esperanza de que nadie me viera del agrado de Ford, pero claro, ellos no lo conocían como yo. El "policía" de Keystone insistía una y otra vez en "lo afortunada" que había sido hasta que mi padre pagó la fianza y fui liberada de la celda.
Esa noche, me puse mi uniforme de la Catholic según las instrucciones y entré en un trance disociativo cuando mi padre me llevó al local de la Armería de la Guardia Nacional donde me prostituía a Ford. Ford me llevó a una habitación vacía, me empujó al suelo de madera mientras se desabrochaba los pantalones y me decía: "Ruega por ésta". Luego, brutalmente, me asaltó sexualmente. Más tarde, mi memoria fue compartimentada mediante el uso de alto voltaje. Y me llevaron al asiento trasero del coche donde me senté con los músculos contraídos, aturdida por el dolor, e incapaz de moverme.
Cuando volvimos a Muskegon, mi padre me envió a la playa como siempre, para permitir que la repetición de las olas rompiendo contra la playa "lavara mi mente libre de memoria", mientras observaba la puesta de sol. Estaba totalmente bloqueada en la creencia de que realmente no había "dónde ir", ni siquiera al presidente de Estados Unidos.
Recuerdo que la parte "sana" de mi "yo", mi personalidad innata, parecía morir después de ver a Ford como presidente. Recuerdo subir por las escaleras de la Católica Central High School una mañana, llegando a la puerta, y llorando sin control. Me hice un hartón de llorar en la parte de arriba de las escaleras. Ni siquiera sabía por qué estaba llorando. Teniendo el DPM, casi nunca lloraba. Pero yo todavía estaba sollozando horas más tarde cuando la escuela había terminado. Alguien me encontró, pero yo no recuerdo hasta el día de hoy haber salido de las escaleras de la escuela. Realmente nunca sentí ningún "emoción" después de este día hasta que fui rescatada, desprogramada y reintegrada en 1988. A partir de ahí todo mi cerebro funcionaba a través de una amplia variedad de memoria compartimentada, también conocida como personalidad múltiple, ninguna parte de mí quedaba "libre" del abuso. Era como si no tuviera "donde ir", ni siquiera en mi propio cerebro. Esto me llevó fuera de mi mente, que es exactamente lo que necesitaban mis abusadores para tener un control total.